lunes, 17 de agosto de 2009

Fechorías inofensivas (mudanza online)

Como sabrán algunos de ustedes, queridos pentaplantígrados amigos de este espacio, he modificado con total satisfacción mi dirección de e-mail. ¿Y para que me he tomado esta molestia, preguntaran ustedes?

...

*Pasa una señorita vestida de colegiala con un cartel que dice "Disculpe las molestias, estamos reorganizando el espectáculo" y realiza un strep tease luego del cual termina por arrancarse la máscara y revelar su verdadera condición de Mario Pergolini, que de algo tenía que estar trabajando, provocando que muchos hombres -y algunas mujeres- vayan al pasillo a meditar en que acaban de ratonearse con el que le ponía la voz a la publicidad del Pepsi Music*

...

Decía, señores. Que la principal causa de este cambio es un saneamiento de contactos.
¿Y qué contactos debo sanear? (No, Mario, de nuevo no)
Bueno, muy simple: Hará unas dos semanas, en mi afán de psicoanalizar a casi al totalidad de la población allegada a mi persona, preocupándome demasiado por sus problemas, desventuras o levantes fallidos, le pregunté a un individuo que tenía entre mis contactos qué era lo que lo tenía mal. Su respuesta me hizo desear tener el librito de Death Note entre mis manos y anotar la palabra "pelotudo".
"Es que no sé qué hacer con mi flequillo... Boludo! No se me queda fijo! No puedo salir así a la calle, se me mueve para todos lados, me queda cualquier cosa!". Cuando ya estaba a punto de meterme por el scanner para llegar a la casa de esta "persona" y estrangularlo, el sujeto agrego: "ayer no fuí a bailar por eso", lo que bastó no para tranquilizarme, pero al menos para sumirme en una profunda dicotomía acerca de lo que quiero y lo que no. Sabrán ustedes que detesto los boliches.
Después de este ejemplo comprenderán qué tipo de contactos he de sanear.
El segundo motivo es la simple transmisión por vía oral de la dirección de mail. Imagínense: mi anterior mail era "heeelias@hotmail.com". Intenten pronunciarlo y que alguien comprenda qué es exactamente lo que debe escribir. Es más fácil hacerle comprender a un orangután que las bananas son amigos, no comida.
Mi nueva dirección, de todas formas, tiene otro inconveniente: No crean que tanta gente hoy en día conoce la palabra "fechorías". Por ende, al decirle a un jovencito desesperado por mantener su flequillo pegado al cráneo "bueno, agregame... fechoriasinofensivas@hotmail.com", posiblemente nos encontremos con una respuesta tal como "kaskaskaskaskas ke es 'fechorias'?". Aunque supongo que esto de por sí funciona como un filtro. En fin. Por suerte existe la palabra escrita. Lo digo para poder transmitir mi dirección de mail, no para intentar ilustrar a este tipo de personas.
El tercer motivo es simple: "Porque se me cantan las pelotas", como dirían en mi barrio. "Because my balls are singing", como dirían los ingleses.

¿Y por qué "fechoriasinofensivas"? se preguntarán ustedes *dice, observando que la mitad del auditorio ya se ha retirado y la otra mitad está observando una riña de gallos en la mitad del vestíbulo*. La respuesta es simple: ¿Acaso cometo otra cosa, yo?
Volver a las 3 de la madrugada en colectivo cantandoa los gritos temas de La Renga con un grupo de rollingas que acababa de conocer ahí mismo.
Hacerme pasar por un disminuido motriz caminando como si estuviese bailando la danza del tallarín para poder usar el baño para discapacitados porque el de hombres está -paradójicamente- repleto.
"Tomar prestados" alfajores y chocolates de un millón y medio de kioscos de Buenos Aires (si, señores... yo los tomé prestados... pero no van a pretender que devuelva lo que ya digerí).
Crímenes menores que no le hacen mal a nadie. Acciones propias del cavernícola refinado que soy.
Fechorías inofensivas de un caballero degenerado.

Ok, me dió hambre.

Adios

Desatentamente: Ellioth Gangwolf Mess

1 comentario:

  1. yo llevo la misera cantidad de siete años (creo) con la misma cuenta de hotmail... y ultimamente creo que deberia cambiarla!

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