domingo, 26 de julio de 2009

De los enamorados y su obstinación contra el hecho de perder

Entre las tantas características que definen a una persona enamorada, no podemos dejar de mencionar aquella obstinación, casi podríamos decir "desesperación" que tienen por ganar. O más que al hecho de ganar deberíamos referirnos al hecho de "no perder". Recordemos que una de las características del amor de pareja es que éste mismo suele ser egoísta, y que es muy raro que una persona enamorada ande con una cara de feliz cumpleaños pensando que la persona que tanto ama ya va por el 18º orgasmo de la noche con otra persona; y que a la frase "si, yo quiero que sea feliz" siempre se le agrega un implícito "pero gracias a mí" en el fondo de nuestros pensamientos. Si, admitanlo.
Entonces, una persona enamorada va a hacer todo lo posible por no perder. Más que nada porque el objeto de su deseo es uno de los bienes más preciados que posee (o en uno de estos múltiples desgraciados casos no posee).
Incluso cuando ya todo está perdido, cuando ésa persona no le pertenece, lo repele, le escupe en la sopa, o peor aún: lo ignora (el peor castigo que se le puede dar a un/a enamorado/a), el embelesamiento propio del amor, que muchas veces tiene demasiado de obsesivo, pondrá en marcha un sentimiento muy contraproducente: La esperanza, que es una simple extensión de la condena a la que se está sometido.
Una persona enamorada, entonces, hará todo lo posible por ganar un juego que ya no se está jugando más. Seguirá pateando tiros libres contra un arco sin arquero ni barrera, y sin compañeros de equipo. Seguirá apurandose para llegar primero a un mostrador en el que no hay nadie, y pegará afiches de campaña durante meses e incluso años después de haber perdido las elecciones.

Por eso es que es tan útil para un enamorado frustrado el hecho de poder darse cuenta de cuando el juego acabó, y ya no hay nada que hacer.

Desatentamente: Elías Alejandro Fernández

2 comentarios:

  1. Yo misma jamás me enamore, así que no puedo hablar desde mi propia experiencia. No obstante, por lo que veo a mi alrededor, creo que lo que decis es muy cierto.
    Por desgracia.
    Como ya te dije, muy buen update :)

    ResponderEliminar
  2. Coincido con vos en muchos aspectos, sobre todo en esa mentira del ‘sé feliz aunque no sea conmigo’. Esa es una mentira que dicen los poetas para que el resto de los mortales se crea que existe la amistad después de una relación amorosa y si algo nos ha enseñado el tiempo es que eso es casi imposible. Y no es que no se pueda, porque capaz las cosas terminaron ‘relativamente’ bien, lo que pasa es que no es un sentimiento sincero. Si las cosas terminaron bien vas a estas pensando ‘porque coños no soy yo quien lo hace feliz’ y si las cosas terminaron mal vas a pensar ‘hijo de puta, ojala te meta los cuernos y te saque todo lo que tenes’ jajaja Es muy gracioso, hasta absurdo, pero es real. Nadie se queda con lo lindo que fue mientras duró, todos piensan en lo que pudo haber sido y no fue, o en lo que es ahora y yo no puedo ser partícipe. No sé, el peor error creo que es obsesionarse con alguien, no llevará nunca a buen puerto. También considero que enamorarse es un gran riesgo, puesto que uno esta vulnerable a que le pateen el corazón. Es lo que le quise explicar a una persona cuando le respondí un mail con ese texto que publiqué en mi flog. A veces es mejor decir ‘ok, ya está’ y seguir caminando. Hacerse mala sangre nunca arregló nada.

    Cecilia (Visión Propia)

    ResponderEliminar